Jaime pidió perdón: “Nadie me dijo nada”
SA no se achicó y llenó el Teatro
Con Jaime y todo, los humoristas de San José llenaron el Teatro. SA no se achicó y deshizo los pronósticos más pesimistas al coincidir en su espectáculo con el del mismísimo Jaime: agotó entradas (no faltó ni “la hermana de la coneja”). A la misma hora, Roos se presentó gratuitamente en la Parquización del Mayada y aún así, el Primer Premio 2007 llenó a reventar el Macció.
Un show humorístico que estuvo repleto de sorpresas que reinventaron el espectáculo (que muchos conocen de memoria pero siguen disfrutando como la primera vez).
Entre las “cositas” fuera de los cálculos, cabe mencionar la presencia del propio Jaime. El muchacho del bigote pasó por el escenario para dar sus explicaciones sobre esta superposición de presentaciones (no llegaron a las manos, vale aclarar). Al ser consultado sobre quien era el responsable de hacerlo coincidir con SA el músico respondió: “El hombre de la calle” y cuando se lo encaró sobre si estaba informado dijo “nadie me dijo nada”. Esta versión de Jaime (un cacho desalineado) significó una carcajada corrida. Fue algo así como una escena de “separados al nacer”.
Después llegaría una de las murgas más desfachatadas de Montevideo: “Queso magro” para completar una función hecha a las risas.
Con Jaime y todo, los humoristas de San José llenaron el Teatro. SA no se achicó y deshizo los pronósticos más pesimistas al coincidir en su espectáculo con el del mismísimo Jaime: agotó entradas (no faltó ni “la hermana de la coneja”). A la misma hora, Roos se presentó gratuitamente en la Parquización del Mayada y aún así, el Primer Premio 2007 llenó a reventar el Macció.
Un show humorístico que estuvo repleto de sorpresas que reinventaron el espectáculo (que muchos conocen de memoria pero siguen disfrutando como la primera vez).
Entre las “cositas” fuera de los cálculos, cabe mencionar la presencia del propio Jaime. El muchacho del bigote pasó por el escenario para dar sus explicaciones sobre esta superposición de presentaciones (no llegaron a las manos, vale aclarar). Al ser consultado sobre quien era el responsable de hacerlo coincidir con SA el músico respondió: “El hombre de la calle” y cuando se lo encaró sobre si estaba informado dijo “nadie me dijo nada”. Esta versión de Jaime (un cacho desalineado) significó una carcajada corrida. Fue algo así como una escena de “separados al nacer”.
Después llegaría una de las murgas más desfachatadas de Montevideo: “Queso magro” para completar una función hecha a las risas.